¿Por qué hacer la Ruta del Éxodo? ¿Qué pasó allí?

Moisés recorrió este camino en su salida de Egipto, guiando a través del desierto al pueblo judío para ser liberados de la esclavitud, hasta llegar a la tierra prometida. Egipto, Jordania y Tierra Santa constituyen los tres destinos de este viaje, que permite recorrer los pasos del pueblo hebreo y adentrarse en la historia de la humanidad y en las raíces la fe cristiana.

¿Cuáles son los lugares claves en esta peregrinación?

Egipto es, de por sí, un tesoro de la humanidad. Visitar las pirámides, la ciudad de Memphis, Sakkara, Santa Catalina o las muchas riquezas de El Cairo son una oportunidad única. Recorriendo la orilla este del Sinaí, siguiendo la ruta del éxodo, es posible ver beduinos que mantienen la forma de vida de hace cientos años. En el Monte Sinaí, donde ardió sin consumirse la zarza en la que Dios habló a Moisés, se visita el monasterio fundado en el siglo IV bajo los auspicios de Elena, madre del emperador Constantino, para preservar aquel lugar. Taba, la inspiración de la ciudad de Petra, Madaba y sus mosaicos bizantinos, el Monte Nebo, donde Moisés murió tras contemplar la Tierra Prometida… son solo algunos de los hitos de este viaje que nos conduce hasta Jericó, Qum Ram y Jerusalén, con visita a los lugares fundamentales del Evangelio: la casa de san Juan el Bautista, Belén, Caná, el Mar de Galilea, Tiberíades, Cafarnaún, Nazaret, el río Jordán, el Monte de las Bienaventuranzas, la explanada del Templo, el Monte Tabor, el Huerto de los Olivos, la capilla de la Flagelación, la Vía Dolorosa, el Monte Carmelo…

En Jordania encontramos el desierto de Wadi Serján, uno de los mayores tesoros del país porque, además de agua, contiene la hermosa ciudad de Petra en Wadi Musa que, junto con el bellísimo Wadi Rum o Valle de la Luna, donde cuentan las crónicas que encontró descanso el mismísimo Lawrence de Arabia, son las Joyas de la corona turística de este punto del mundo. El desierto ocupa casi la totalidad del país y alberga en sus entrañas una reserva de agua tan tremenda que, según los expertos, durará siglos.

¿Qué temperatura hace? ¿Qué ropa debo llevar?

Como toda zona desértica, esta ruta se caracteriza por atravesar lugares con inviernos suaves y veranos cálidos y secos. El viento o siroco puede hacer aumentar la temperatura varios grados, aunque no es extraño que también descienda considerablemente por la noche. Es aconsejable llevar protección contra el sol, ropa ligera y calzado cómodo.

¿Qué se come?

En Oriente próximo se disfruta de una gastronomía influenciada por la cocina mediterránea, africana y de oriente medio, con ingredientes sencillos y sabrosos, especias y en la que la carne es protagonista, aunque hay opciones vegetarianas para todos los gustos con gran presencia de legumbres y vegetales. Platos como el falafel, el shawarma y el hummus tienen fama internacional.

¿Es seguro?

Los pueblos del desierto saben que, aún más importante que tener agua, lo es tener paz. Se trata de un pueblo amable que huye de problemas internos y externos, acogiendo a los peregrinos con corazón abierto y actitud de servicio. El viaje tras los pasos de Moisés será sin duda un viaje que querrá repetir.

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